domingo, 19 de abril de 2009

Reflexión de hoy

Puedo dar testimonio de que Dios complace cualquier petición, siempre que sea conveniente para uno. No puede ser de otra manera, porque hay pedidos que son desproporcionados por completo, verdaderas locuras. Si Él hubiese complacido todo lo que yo le pedía décadas atrás es muy probable que yo hubiese estado bajo tierra y con la yerba de este alto desde hace tiempo. ¡Puedes creerlo! Hice un cambio y ahora a diario le pido que no me deje al alcance de mis debilidades egolátricas, y Él se encarga de darme lo que realmente necesito.

1 comentario:

Unknown dijo...

Así sea, don Rafa, y que nos lo veamos...

Se realice en tos Su Santa Voluntad, para bien de tos!