Lo que quería decir ayer es que sólo cuando sean basadas en el amor a la humanidad saldrá algo que favorezca a los necesitados de las cumbres presidenciales. Se me escapó un NO de película en la frase “hasta que no se fundamenten” que cambió el sentido de lo que quería señalar. Hecha la aclaración, de pasada digo que esas reuniones son verdaderas paradojas, porque en tiempos de crisis económica los presidentes despilfarran en pocas horas millones de dólares por centenas para que, como es costumbre, una declaración y una foto sea lo que quede de esas fiestas costosas, mientras los pueblos padecen. Eso es pecar al más alto nivel.
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