jueves, 9 de abril de 2009

Reflexión de hoy


Romper tradiciones tiene sus costos. Repicar Gloria el sábado a las 10:00 de la mañana era una auténtica explosión de júbilo, justificada por la resurrección de Cristo, y después de haber guardado recogimiento durante toda la Semana Santa, con mayor rigor jueves y viernes. Niños y mayores nos involucrábamos en la quema de Judas, a dos por chele y de todos los tamaños en los barrios, y frente al obelisco se quemaba el oficial, uno gigante. De sopetón, la iglesia cambió la tradición de la hora de resurrección, algo que no aceptó toda la feligresía y no pocos continuaron con su costumbre de siempre: celebrar desde las 10:00 de la mañana del sábado. Hace tiempo que pienso que el cambio repentino favoreció a los fomentadores de la francachela.

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