jueves, 16 de abril de 2009

Reflexión de hoy

Donde se pierde el amor desaparecen la paz y la justicia. Eso es algo que todos los adultos sabemos, pero vivimos casi todos pasándolo por alto, aunque conocemos que ni siquiera en el pequeño núcleo conformado por familiares y amistades es posible el reinado de la paz y la justicia cuando, por la razón que sea, el amor flaquea o desaparece en uno o varios de sus miembros. Es curioso, todos sentimos la vergüenza ajena y nos horrorizamos cuando nos enteramos por la prensa de alguna tragedia por pleitos entre familiares, pero son pocos los que luchan para que la humanidad haga del amor su prioridad de prioridades. Y la sociedad se debate en la misma lucha de intereses que la desarmonizan y la mantienen a punto de estallar.

1 comentario:

Unknown dijo...

Don Rafael, eso es cierto...porque es más fácil desplazar culpas...en lugar de asumir el propio viaje, que es hacia el interior...y juzgar y criticar y condenar afuera, en lugar de dar la cara o la guerra con nuestro hombre viejo. Nos toma tanto tiempo reconocer que el peor enemigo lo llevamos dentro...porque somos nosotros mismos, desamorados! La humildad es el primer milagro. Nos va disponiendo para no desear "reelegirnos" de manera vitalicia (tanto que se lo criticamos a los políticos...!)El orgullo nos ciega ante esta realidad: el EGO es el hombre viejo. Sólo las prácticas de trabajo interior lo van disolviendo...ablandando...Pero, finalmente, es la PRESENCIA Y ACCION interiores del ESPIRITU SANTO lo que va haciendo, en proceso, el trabajo (si se lo permitimos). María interceda. El próximo domingo es la Fiesta de la MISERICORDIA. Día de esperanza!