martes, 24 de junio de 2008
Reflexión de hoy
Las oraciones silenciosas son las cuerdas vocales que dan sonoridad a la voz de Dios. Después de un momento de callada oración, el mensaje del Padre siempre se escucha con toda claridad, para que no quede duda de las instrucciones a seguir y que tomemos el camino correcto en todas las bifurcaciones de la vida. Orar y escuchar es la brújula para no perdernos.
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