viernes, 10 de agosto de 2012

Relexión de hoy


Padre, eres amor, el más grande amor, el más sublime amor, el amor divino y eterno. Por ello pienso que Tú nunca castiga. El castigo es una consecuencia que se corresponde directamente con la manera que cada quien haya escogido para apartarse de Ti. Gracias, en el nombre de Jesús, por entregarme la reflexión.

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