Padre,
comprendo que sería una incongruencia, una extraordinaria paradoja que siendo
Tú omnisciente y todopoderoso tus hijos careciéramos de salud y protección
estando a tu lado. Sería un contrasentido también que siendo Tú eterno tus
hijos estuviéramos privados de serlo. Gracias, en el nombre de Jesús, por hacer
que recuerde que para disfrutar de tu nepotismo sólo debo imitar al hijo
pródigo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario