sábado, 11 de agosto de 2012

Reflexión de hoy


Padre, convencido estoy de que con tu protección nada ni nadie puede dañarme. Convencido estoy de que terminaré felizmente conduciendo mi vida desde mi espíritu y con el ego anulado, porque esa es tu voluntad, a la que añado mi deseo. Gracias en el nombre de Jesús.

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