domingo, 26 de julio de 2009

Reflexión de hoy

La alegría espiritual encuentra mucha resistencia exterior, porque no es aceptada por quienes están inmersos en la vida concupiscente. La batalla entre la espiritualidad y el materialismo es perenne. Sabemos que ha de ser así, hasta que el Padre, como lo ha prometido, proclame el reinado de Jesús para siempre. Es tarea nuestra no permitir que nada ni nadie, con o sin intención, nos sustraiga de la alegría espiritual. Debemos estar atentos y pensar que cuando nos movemos a nos mueven hacia el terreno de la tristeza nos han alejado de Dios.

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