Reflexión de hoy

No hay vuelta floja con el Padre: lo puedo llamar cual que sea la hora y mi condición del momento. En las buenas y en las malas me acoge cuando lo busco, siempre dándome el mismo amparo amoroso, gracias a Jesús. Al hablarle confiado, siempre me indica el camino que debo tomar. De igual manera le responde a todos sus hijos que le buscan por medio de Jesucristo, el mismo Cristo -su imagen y semejanza- latente en cada uno de nosotros.