viernes, 24 de julio de 2009

Reflexión de hoy

Dios provee la felicidad en abundancia a todo el que se la pide. Que nadie lo dude. Hay muchos tipos de felicidad, pero la perenne el Padre sólo la entrega de manera dosificada, a través de Jesús. Debemos aprender a percibir la felicidad que proporciona lo pequeño, lo menudo, lo en apariencia sin importancia, porque la felicidad permanente se arma como un rompecabezas: pieza por pieza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así sea. Y, cuando llegue la sequedad, problemas y pruebas, sepamos en fe, que es para bien, aunque no podamos entenderlo desde el intelecto. Hay tiempo para todo, día y noche. Luces y sombras. Todo en su tiempo y lugar, pero siempre para bien.