jueves, 16 de julio de 2009

Reflexión de hoy

La mala actitud es la peor enfermedad que puede atacarnos, porque es neutralizadora de la intención para buscar el bien que el Padre puso en toda su creación. Si nuestra actitud es buena, nuestros dones naturales y la inteligencia divina fluyen por nuestra mente y cuerpo, llenándonos de saludable paz en todos los órdenes. Si la mala actitud hace presa de nosotros nos niega todas las bondades, por lo que es preciso mantenerse vigilante siempre y al menor asomo alejarse de ella cual si fuera una fiera que intentará devorarnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que el Señor nos vaya purificando en lo profundo de nuestras intenciones. Es lo que pide incluso San Ignacio de Loyola, al escribir sus Ejercicios Espirituales, con su ORACION SOLITA.