martes, 13 de agosto de 2013

Tú la vid, yo el sarmiento

Te reconozco como la vid, Jesús, y me reconozco como sarmiento. Consciente estoy que sin ti no puedo dar fruto para glorificar al Padre. Dame energía, valor y determinación para cumplir con tu mandamiento y ser fructífero en abundancia. Haz que conozca el espíritu de verdad que procede del Padre. Gracias. 

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