El mal humor es un aderezo ácido que
intensifica el amargo sabor de los problemas, pero para el ego inflado malhumorarse
ante el mínimo percance es su reacción primaria y natural. El superyó y la ira
caminan siempre de la mano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario