No tengo que intentar alterar mi esencia
dada por Ti, Padre, porque será un ejercicio vano. Gracias por hacer que lo entienda. Todo lo que puedo y debo
cambiar es el modo de pensar, si éste no me recuerda permanentemente que Jesús afirmó:
“yo soy la vid y vosotros los sarmientos”, expresión que no da margen para
dudar que de Él dependo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario