¿Cómo
es posible que se pueda sobrevivir ignorando el espíritu y entregado al ego? Sólo
por tu amor, por tu amor divino y eterno, que a pesar del mal uso de nuestro
libre albedrío nos sostiene en la agonía por alcanzar lo que la muchedumbre considera
como la buena vida. No hay otra respuesta. Bienaventurados, dichosos y salvos quienes
logran luz y guía para apartarse del ego y situar la conciencia en el espíritu.
Gracias, Padre, en nombre de Jesús, por entregarme el razonamiento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario