Cuando
tengo conciencia de que Tú estás, realmente estás. Y cuando no tengo conciencia
de que estás, también Tú estás. La
realidad es que Tú estás al lado de mí todo el tiempo, siempre has estado.
Cuando estoy consciente de que Tú estás no hay temor ni enfermedad. Cuando
ignoro que Tú estás, los problemas me llegan.
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