viernes, 26 de junio de 2009
Reflexión de hoy
La resignación divina –confiar en el Señor con todo el corazón, sin apoyarse en el propio entendimiento- es dinámica guía, jamás paraliza, pues el Padre nunca va en contra de su creación. Conviene saber que la paralización es negación al más alto grado de Dios, quien ha hecho del cambio, la evolución, el movimiento y el crecimiento perenne lo que los humanos identificamos como universo. ¿Y quién sino el Todopoderoso es el universo?
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