sábado, 20 de junio de 2009
Reflexión de hoy
¡Qué bueno! ¡Qué maravilloso, extraordinario! ¡Qué hermoso es saberlo, y qué regocijante es decirlo! Dios siempre está haciendo lo suyo para que el beneficio sea nuestro. Ahora -cuando a menudo pienso que mi memoria saturada empieza a fallar, reteniendo menos- acaba de obsequiarme con 20 días que sé que jamás olvidaré. A todo el que le busca y le pide el Padre le da lo suyo, en abundancia.
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