viernes, 12 de junio de 2009
Reflexión de hoy
Suelo jugar con La Biblia, abriéndola a la ciega, para que el Padre me hable, para recibir mensajes inspiradores, instrucciones, consejos, motivaciones, afirmaciones, mandatos, lo que a Él se le ocurra en el momento. Esta mañana lo hice y lo primero que leí fue este extraordinario mandato: “No abandones nunca el amor y la verdad”, (Proverbios 3:3). Más sabio no puede ser el consejo en una etapa de mi vida en la cual Él sabe que busco ir tras los pasos de Jesús. Gracias, Padre.
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