jueves, 4 de septiembre de 2014

El cuerpo

Para dar alojamiento al espíritu dado por Dios del cuerpo se puede hacer un templo solemne, una casa humilde, un caserón de lujo o una destartalada casucha. Cada quien cuenta con todos los recursos necesarios para hacer la vivienda que le plazca para acomodarlo o ignorarlo. El espíritu no exige nada, pues su misión es servir y dar vida durante determinado tiempo desde el lugar que lo coloquemos, y en cualquier circunstancia. Gracias, Padre.

No hay comentarios: