jueves, 28 de febrero de 2013

Naturaleza sabia



¡Ah la naturaleza! Es exuberante, aunque limitada a su permanente juego con tierra y agua, fuego y aire. Cuatro elementos es todo lo que posee, y ceñida a cumplir -es su mayor divisa- la pauta de la sabiduría divina no necesita más para ofrecer excelencia, armonía y suficiencia para contener todo lo que vive. Oh, Padre, alejarnos de tu sabiduría y del cumplimiento de tu mandato es lo que complica la vida y nos colma de apetencias que nunca llenan el vacío por la lejanía. En el nombre de Jesús, gracias por la reflexión.

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