El
tiempo pasa rápido y tu caudal es inagotable, Padre. Se cumplieron cinco años
ayer desde que empecé a escribir Diario Divino, tiempo en el cual me ha dado en
abundancia lo que te pedí: palabras para dirigirme a Ti, solicitarte,
reconocerte, agradecerte y alabarte en complaciente ejercicio matinal de fe y
amor a Ti y Jesús. Gracias por complacerme como sólo Tú puedes hacerlo.
viernes, 15 de febrero de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario