“…Y como el Padre me mando, así hago”. Jesús, haz que esas palabras tuyas yo las tenga presente en todos los momentos de mi vida. Haz que yo recuerde a cada instante que a ti te mandó a sufrir escarnio, crucifixión y muerte para darme oportunidad de salvación eterna y a mí sólo me ordenó amarle sobre todas las cosas y amar al prójimo como a mí mismo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario