Tú siempre me has protegido, Padre. Y en tu tiempo siempre has complacido mis peticiones, así que confío que esta vez no será diferente. Te pido dos cosas: que Jesús llene por completo mi corazón y mi mente, para que ninguna incertidumbre me asalte, y que me ayudes a definir y poner en marcha el proyecto con el cual continuaré siendo útil para mi familia. En nombre de Jesús, gracias por escucharme.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario