miércoles, 23 de junio de 2010
Reflexión de hoy
Todos los días puedo darte gracias y alabarte, Padre, y eso hago a diario. Mas hay días que combinan una serie de circunstancias que los convierten en especiales para agradecerte y alabarte. Me he dado cuenta de que esos días son los que, como el de hoy, me pongo en actividad con los primeros rayos del sol. Gracias por esa maravillosa fuente de energía inagotable que ilumina hasta los pensamientos.
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