sábado, 12 de junio de 2010

Reflexión de hoy

Padre, te agradezco que me diste padres, familiares, maestros, amigos y relacionados que contribuyeron a hacer de mí una persona sin apetitos desmedidos, sin obsesiones ingobernables, que colocan a quienes las padecen en el camino de la perdición irremediable. Gracias por darme la conciencia y la esperanza de que puedo lograr mi salvación.

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