miércoles, 7 de abril de 2010
Reflexión de hoy
Padre, recuérdate de todos los asuntos por los cuales te pedí ayuda para deshacerme de ellos. Al agradecerte por hacer mi vida más liviana y llevadera, librándome de muchas cargas, quiero decirte que todavía quedan algunos residuos de vacilación y miedo que me impiden moverme con plena libertad. Termina de llevártelos, Padre; en nombre de Jesús te lo pido.
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