jueves, 10 de septiembre de 2009

Reflexión de hoy

Tú sabes, Padre, el pecador que soy, pero eso no me va a detener para lograr tu mayor bendición: el don del Espíritu Santo, el cual sé que resolverá mi existencia y por eso te lo pido en nombre de Jesús, mientras te agradezco por la carga de bendiciones menores que siempre he recibido de ti. Lo de menores Tú conoces que lo digo en comparación con la bendición mayor, la cual ya percibo como más importante que mi propia vida, pero percepción es sólo percepción.

No hay comentarios: