lunes, 7 de septiembre de 2009

Reflexión de hoy

No es asunto fácil orar con el corazón, porque para ello necesito ser amor y perdón encarnados, lo sé, Jesús, y es precisamente por eso que a Ti, hermano amado, te reitero mi petición de que me ayudes a que yo pueda lograrlo, consciente de que para Ti todo es posible, con la anuencia de nuestro Padre. Necesito orar con el corazón y no con la mente, Jesús, ¡ayúdame!

No hay comentarios: