sábado, 1 de marzo de 2008

Fuera de lo común


El Pastor y su hijo

Todos los domingos por la tarde, despues del servicio mañanero en la iglesia, el Pastor y su hijo de 11 años van al pueblo a repartir tratados a cada persona que ven.

Ese domingo en particular, cuando llego la hora de ir al pueblo a repartir los tratados, estaba muy frío afuera y comenzó a lloviznar. El niño se vistió para la ocasión y le dijo a su padre: "OK, papá, estoy listo".

Su papá le preguntó: "¿listo para qué?"

-"Papá, es hora de ir afuera y repartir nuestros tratados".

Su padre, el pastor, replicó: "hijo, está muy frío afuera y está lloviznando".

El niño miró sorprendido a su padre y le dijo: "pero papá, la gente se está yendo al infierno aún en los días lluviosos".

-"Hijo no voy a ir afuera con este tiempo", dijo el pastor.

Con desesperación, el niño inquirió: "¿papá, puedo ir yo? Por favor".

Su padre titubeo por un momento y luego dijo: "hijo, tu puedes ir. Aquí tienes los tratados, ten cuidado."

-"Gracias, papá!", dijo el pequeño de 11 años y salió debajo de la lluvia. Después de 2 horas caminando mojado, con frío y su último tratado, se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quien darle el tratado, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces él se viró y caminó hacia la primera casa que vio, tocó el timbre varias veces, esperó y nadie salió.

El niño se volteó para irse, pero algo lo detuvo. Regresó y comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. Hizo una pausa y esperó, algo lo aguantaba ahí frente a la puerta.

Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente. Salió una señora con mirada muy triste y calladamente le preguntó: "¿qué puedo hacer por ti, hijo?.

Con unos ojos radiantes y una sonrisa que corta las palabras, el niño dijo: "señora, lo siento si la molesté, pero sólo quiero decirle que JESUS REALMENTE LA AMA y vine para darle mi último tratado que habla sobre JESUS y SU GRAN AMOR". Le dio el tratado y se fue.

Ella lo llamó y le dijo, "gracias, hijo, y que DIOS te bendiga".

El siguiente domingo por la mañana, el pastor estaba en el púlpito, como de costumbre, en un momento del servicio preguntó: "¿alguien tiene un testimonio o algo que quiera compartir?".

Tranquilamente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando comenzó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos.

"Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, inclusive hasta el domingo pasado no era cristiana. Mi esposo murió hace un tiempo atrás y me quedé totalmente sola en este mundo. El domingo pasado fue un día particularmente frío y lluvioso, y sentí que había llegado al final de la línea, pues no tenía esperanza ni ganas de vivir. Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarré la soga y la asegure a las vigas del techo, entonces me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado estaba a punto de tirarme, cuando de repente escuché el sonido fuerte del timbre de la puerta. Entonces pensé, ´Esperaré un minuto y quien quiera que sea se irá´.Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era más fuerte e insistente, y luego la persona comenzó a golpear la puerta con fuerza. Entonces me pregunté: ´¿QUIÉN PODRÁ SER? Nadie toca mi puerta ni vienen a verme, solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta , mientras el timbre seguía sonando cada vez más fuerte.

"Cuando abrí la puerta, no podía creer lo que veían mis ojos. Frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto. Su sonrisa, ohhh, nunca podré describirla! Las palabras que vinieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida cuando dijo con voz de querubín: ´SEÑORA , solo vine a decirle que JESUS realmente la ama´. "Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia, cerré mi puerta y leí cada palabra del tratado. Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga. Ya no la necesitaría más. "Como ven, ahora soy una niña feliz del REY. Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del tratado, yo vine personalmente a decirle GRACIAS a ese pequeño ANGEL DE DIOS que llegó justo a tiempo y de hecho a rescatar mi vida de una eternidad en el infierno".

Todos lloraban en la iglesia, y le daban Gloria y honor al REY DE REYES .

El Pastor bajó del púlpito hasta la primera banca del frente donde estaba sentado el pequeño ángel. Tomó a su hijo en sus brazos y lloró y gimió incontrolablemente.

Probablemente la iglesia no tuvo un momento más glorioso, y probablemente este universo nunca a tenido un padre mas lleno de amor y honor por su hijo... Excepto por uno. Este PADRE permitió a su hijo venir a un mundo frío y oscuro. El recibió a su hijo con una alegría inexplicable, y todo el cielo le dio gloria y honor al REY DE REYES, sentó su hijo amado a la diestra de su trono y le dio poder sobre todo principado y su nombre es sobre todo nombre, JESUS.

N de R: Gracias a Tuto Tavárez por el envío del mensaje.

1 comentario:

Spratt dijo...

Gracias por esas refexiones que sin lugar a dudas provienen de lo alto, gracias por hacerme recordar que el tiempo es una bendicion y que la manera en la que la medimos es esa... Yendo al paso que Nuestro Padre Dios lo ha propuesto.
¡Que maravillosa página tío Rafael!!!!! Wao el Señor le ama, esta siendo un instrumento en sus manos para el MUNDO.
Con amor sincero,

Aydy