domingo, 2 de marzo de 2008

Para meditar

Esperanza
La esperanza es una actividad divina.
El hombre siempre está haciendo, es decir, el hombre puede siempre empezar de nuevo. En vez de entregarse abatido a su sufrimiento, el hombre puede alzar la cabeza, respirar hondo y lanzarse a un nuevo comienzo. Esto significa que hay esperanza, siempre hay esperanza.
Toda acción del hombre es actividad de esperanza. El enfermo vive un presente doloroso esperando la salud. Vive en la esperanza de un futuro de salud y bienestar. El labrador actúa de un modo parecido. Siembra, tira una semilla en la esperanza de la cosecha. De la esperanza necesitamos todos, y la necesitamos en todo momento.
Los problemas hacen que la vida sea difícil; pero no quitan la esperanza. Mientras que Dios esté en nuestro presente y en nuestro futuro, hay mucho más que esperanza: Hay vida.
Estos dos refranes populares nos explican un poco la estructura de la esperanza. "Detrás de las nubes, tapado y oculto, brilla el sol". Y también: "siguiendo a la noche, aunque entre velos y sombras, viene el día".
Cada mañana es una nueva oportunidad de vivir. Aunque hayas tenido un horrendo día, una noche peor y te hayas ido a dormir sintiéndote destruido, siempre recuerda que la mañana siguiente traerá un nuevo día. Trata de empezar cada día diciendo: "Gracias, Señor, porque estoy vivo". (Bienvenida Mirabal).

No hay comentarios: