Lo más provechoso que puedo hacer es dedicarme en
cuerpo y alma a prepararme para vivir bien en la eternidad, porque es allí
donde mi espíritu permanecerá para siempre. Gracias, Jesús, por ofrecer el
ejemplo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario