Padre, en esto pienso: la salvación es la conservación eterna del espíritu que Tú me has dado en la identidad que poseo, después que mi cuerpo regrese al polvo del cual lo formaste. Tengo claro que debo fijar mi mente en la salvación espiritual, así que te pido la gracia divina para lograrlo, en el santísimo nombre de Jesús.
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