Gracias, Padre, por este día tan hermoso, con sol radiante, que calienta el espíritu, aviva el pensamiento y aleja al letargo propio de los días fríos. Confiado en ti y en nombre de Jesús salgo hoy a cumplir con la tarea que tengo ante mí. Gracias, nuevamente, Padre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario