Aire, agua y amor: dos elementos y un sentimiento que son la esencia del ser, son el trípode en el cual se afirma la vida. La carencia de cualquiera de los tres nos lleva a la muerte. Y, ¡las cosas tuya, Padre!, tienen tanto en común que sus nombres de cuatro letras empiezan con la primera del abecedario. Son totalmente libres. De los tres sólo al agua podemos ver y tocar, pero su transparencia es tal que la hace cristalina y no es posible retenerla por mucho tiempo en nuestras manos. Aire, agua y amor se caracterizan porque su fluir natural los hace incorruptibles e inagotables. Gracias por tu generosidad, en nombre de Jesús.
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