lunes, 4 de enero de 2010

Reflexión de hoy

¡Qué bueno, Padre! Ahora, “coincidencialmente”, por dondequiera que voy me encuentro con personas que me hablan de Ti con propiedad y convicción edificantes. Son fieles conocedores de Tu palabra, las cuales transmiten con entusiasmo y maestría dignos de ser emulados. Sé que son mensajeros Tuyos que me ayudan a ver el camino para seguir a Jesús. ¡Gracias!

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