Tengo la certeza y te
agradezco porque hoy puedo reconocer, Padre, que Tú envías al mundo a todas tus
criaturas con el equipaje completo para lograr felicidad y salvación. Y aunque
la mayoría por imposición de costumbre es despojada de gran parte del mismo en
la primera infancia para ceñirla a patrones familiares, sectarios y sociales,
siempre es posible la recuperación de todo lo que nos proveíste.
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