Qué bueno, Padre, es recibir de Ti la
oportunidad y sentir el deseo de testimoniar que lo mejor que he hecho en toda
mi vida es poner mis asuntos en tus manos a través de Jesús, a quien reconozco como
mi guía y salvador. Me siento pleno de paz y de dicha. Mantenme así, Jesús. ¡Gracias!
domingo, 8 de septiembre de 2013
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