martes, 3 de septiembre de 2013

De Adán a Jesús

El dueño del paraíso lo perdió, en condenación lo convirtió. Y el que sin nada fue recibido en un pesebre nos trajo la salvación. Qué singular manera de instruirnos la tuya, Padre, con relación a la preponderancia de lo espiritual sobre lo material.

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