¿Para
qué pedirte más Paz, si no aprovecho la que tú me has proveído? ¿Para qué
pedirte amor, si no hago uso en todo momento del que tú me has entregado?
Cuando aproveche y use la paz y el amor que tengo, comprobaré que nunca tuve
necesidad de pedirte, porque dando es como recibimos. Gracias, en el nombre de Jesús.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario