Soy
pretencioso, muy pretencioso, cuando espero que por unos minutos de oración Tú
me respondas siempre, Padre, conociendo que Jesús se dedicó con paciencia a
enseñarnos, con el ejemplo, que para conseguir tu anuencia él dedicaba largas
horas y días a la oración ante Ti. En el nombre de Jesús, te doy las gracias,
Padre, por motivarme a reflexionar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario