jueves, 7 de junio de 2012

Reflexión de hoy


Al tenerte presente, Padre, mi vida se torna sencilla. Todo lo que necesito para vivir es tu aliento. Tu presencia en mí es la esencia de la plenitud. Oración y acción, en el nombre de Jesús, es la fórmula del bienestar perenne. Gracias, en el nombre de Cristo.

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