Gracias
por el mensaje, Padre. Efectivamente, más que saber que procedo de Ti, La
Fuente universal, lo que necesito es sentirlo en la integridad que soy en este
preciso instante. Que tu energía se apodere por completo de mi mente y de mi
cuerpo, y que tu amor no deje de influenciar a uno solo de mis pensamientos ni de
tocar a una sola de las células de mi cuerpo, en nombre de Jesús te hago esa
petición.
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