Padre, como Tú eres lo que vemos y no vemos, lo profundo y lo alto, lo ancho y lo estrecho, el universo que engloba todo, debo elevar mi pensamiento hasta trascender su finitud para ir hasta la profundidad infinita de mi ser a encontrarme con tu espíritu depositado en mí. Gracias, en nombre de Jesús, por hacerme parte de tu universo.
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