sábado, 26 de diciembre de 2009

Reflexión de hoy

Gracias, Padre, por este nuevo deseo de aprender que Tú has puesto en mí. ¡Qué bueno que aunque mi capacidad de retención ha sufrido la merma natural por los años, eso no me quita el entusiasmo y, además, al hacer el esfuerzo por asimilar tus palabras dedico más tiempo a fijar mi pensamiento en Ti. Mantén mi entusiasmo y el deseo de conocer que pauta mi vida ahora, en nombre de Jesús te lo pido.

1 comentario:

Unknown dijo...

Rafael: nos conceda el Señor ese entusiasmo del que hablas, de modo que, cada vez más nuestro tiempo y nuestra energía sean gastados...consumidos...en y por Su Amor. Nuestro mirar, nuestro viaje, se dirijan hacia dentro. Nuestro corazón y su latir vayan acompasándose tanto al Suyo, que ocupen nuestra atención...y que empecemos a reconocerlo presente en todo y en todos. Amados todos por El.