martes, 22 de diciembre de 2009

Reflexión de hoy

¡Qué cosa, Padre! A las pocas horas de haberte pedido un mayor control para mis actos, alguien se encargó de someterme a prueba. Me atrevo a decir que he avanzado un chin así, pero la gran lección recibida es que debo insistir en esa petición mientras vida en la tierra tenga. Así que, en nombre de Jesús, vuelvo a pedirte paz y control. Gracias.

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