Hazte cargo por completo de mí, lo necesito,
Padre. Así como no se mueve la hoja de
un árbol sin tu voluntad, quiero que en mí no se produzca un solo pensamiento
que no sea dictado por tu sabiduría infinita. Gracias en el nombre de Jesús.
miércoles, 14 de mayo de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario