Estoy convencido, Padre, de que más que por merecimiento
o fe -que del tamaño de un granito de mostaza es suficiente- tu protección a través
de Jesús me llega porque tu amor, tu bondad y tu perdón son inagotables, infinitos,
eternos. ¡Gracias!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario