La
nada del cero en realidad tiene una utilidad invalorable. Para nosotros, el
valor del cero es mucho mayor que el que tiene a la derecha de cualquier cifra,
cuando deviene en oportunidad para el Padre reformarnos. El cero no deja margen
más que para reiniciar sin temor a perder nada, a partir del mismo sólo hay
ganancia obligada, todo se convierte en haber en la medida que avanzamos. Gracias,
Jesús, por la reflexión.
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